Lecciones retrovisoras: Confiar en la fidelidad pasada de Dios para guiar el futuro
Me doy cuenta de que gran parte de mi vida la he pasado mirando por el espejo retrovisor. Recuerdo cuando mi papá me enseñó a conducir. A menudo probaba si estaba prestando atención a lo que estaba detrás de mí, así como a lo que estaba por delante. A veces cubría el espejo retrovisor y de repente preguntaba: "¿Cuántos autos hay detrás de nosotros?"
La primera vez que preguntó, fallé. No había estado prestando atención en absoluto a lo que estaba sucediendo detrás de mí; sólo estaba concentradoa en el camino por delante. Ese día, me enseñó una lección importante: ser plenamente consciente requiere ambas perspectivas, hacia adelante y hacia atrás.
Conducir, y la vida misma, requiere equilibrio. Nos preparamos para lo que nos espera, pero también aprendemos de lo que ya hemos pasado. Como dice el viejo refrán, "La retrospectiva es 20/20". A menudo, solo una vez que algo está en el espejo retrovisor lo vemos claramente.
Este principio se muestra maravillosamente en las Escrituras. La primera vez que la palabra zakar[1] – "recordar" – aparece en la Biblia es en Génesis 8. Nos dice que Dios se acordó de Noé en el arca y actuó. Es como si Dios, el gran conductor de la historia, mirara por el espejo retrovisor, viera a Noé siguiéndole fielmente y respondiera. La lluvia se detuvo. Las aguas retrocedieron. El arca descansó.
Luego, en Génesis 9, Dios hace un pacto eterno con Noé, sellándolo con la señal de un arco iris: "Me acordaré de mi pacto que es entre mí y vosotros, y todo ser viviente de toda carne. Y las aguas nunca más se convertirán en un diluvio para destruir toda carne" (Génesis 9:15)[2].
Esto nos muestra que Dios también está mirando hacia adelante. Él proveerá para el pecado y la necesidad de la limpieza del mundo, todo mientras protege y provee para Noé y su familia. Todo esto tiene mucho sentido porque Él es un Dios que habita en el pasado, presente y futuro.
Es por eso que me encanta el ritmo de las festividades, festivales y días santos judíos. Nos llaman al zakar , a recordar la fidelidad pasada de Dios. Vemos Su fidelidad en las historias de las Escrituras y en los pactos que estableció con el pueblo judío. Estos pactos eran vinculantes. El Señor mismo estableció los términos y condiciones de cada uno, desde el Noé, el Abrahámico, el Mosaico y el Davidico, hasta el Nuevo Pacto.
Cuando estudiamos la Palabra de Dios, recordamos Su carácter y cuán poderosamente ha actuado. Él me zakar. Él me recuerda y también actúa en mi beneficio.
El mismo Dios que se acordó de Noé es el Todopoderoso que me recuerda a mí. Esa verdad me impulsa a examinar Su fidelidad pasada en mi propia vida. Cuando lo recuerdo, me da la confianza para avanzar hacia un futuro desconocido. Un futuro en el que Dios está presente y ya ha hecho provisión para lo que necesitaré.
Cuando miro por el espejo retrovisor, veo innumerables momentos en los que Dios ha demostrado su constante cuidado y amor por mí. Mi esposo a menudo me recuerda: "La fidelidad pasada de Dios alienta mi confianza presente".
Al igual que Noé, estamos llamados a confiar tanto en el recuerdo de Dios del pasado como en Sus promesas para el futuro. Él es el Dios que recuerda a Su pueblo, y también es el Dios que abre un camino hacia adelante.
Entonces, tal vez la próxima vez que mires por el espejo retrovisor, que sea más que un hábito de conducir. Que sea una práctica espiritual, un recordatorio para zakar, para recordar la fidelidad de Dios y seguir adelante con esperanza, sabiendo que Él va antes que tú.
Escrito por Kori, staff de Life in Messiah
¿Cómo te ha mostrado Dios Su fidelidad en el pasado?
¿Qué lucha actual necesitas entregarle a Él, sabiendo que Dios te recuerda y va antes que tú?
Las Altas Fiestas de Otoño se acercan rápidamente; aprenda más sobre ellas aquí y ve cómo Dios es fiel al pueblo judío, no solo en el pasado, sino también hoy y en el glorioso futuro.
https://www.blueletterbible.org/lexicon/h2142/kjv/wlc/0-1/
https://www.blueletterbible.org/esv/gen/9/15/s_9015
